Limpiar la vida desde adentro
Hace unos días me encontré un video del Dr. Alfonso Ruíz Soto1 en el que comparte este poderoso pensamiento:
“Imagínate un cristal sobre el cual está chorreando una gota de aceite y tú quieres limpiar el cristal, pero limpias por el otro lado. ¡Puedes pasar años limpiando por el otro lado y no limpias nada! Hay que limpiar por el lado correcto; la vida no se limpia por fuera, se limpia por dentro.”
Podemos limpiar y pulir el cristal con agua hirviendo y a presión, el jabón más caro, el trapo de terciopelo más fino y dejar el cristal brillando, pero no vamos a limpiar nada de lo realmente importante.
Imagínate esta historia:
Vistes un logo de Balenciaga que te abraza el pecho, unos tenis Dior de $1,500 dólares, un AP o un Patek en la muñeca. Llegas en un Ferrari al hangar de tu avión privado, tomas tu maleta Hermès y vuelas al One & Only Mandarina a desconectarte porque acabas de regresar de Burning Man y tienes muchas revelaciones que procesar e integrar.
Para el estatus social y la mirada exterior la rompiste en grande, por fuera eres el puto crack. Tus followers aspiran a una vida como la tuya.
De Burning Man a la Grand Villa del One & Only que, si lo pasado no prueba lo chingón que eres, esta hermosa habitación con vista panorámica al mar, terraza con alberca privada y un cuarto de masaje te recuerda algo contundente: te lo mereces, papu.
Empieza el detox físico, mental y espiritual: no tomas alcohol, no comes gluten ni azúcar, full vegan por unos días. Clases de yoga y meditación matutina frente al mar diario. Te fusionas con el canto de las aves en los hikes selváticos por la mañana.
Te cuestionas tu existencia por los mensajes descargados en el Burn. Piensas si estás recorriendo el camino propio o el que te pidieron caminar. Te preguntas: ¿Quién soy y a dónde voy? ¿Cuál es mi propósito en esta vida? ¿Quién se fue, quién sigue y quién llegó? Contemplas las respuestas caminando por la montaña, te reconectas y te reconcilias contigo mismo habitando en tu paz interior.
Por la noche llegas a tu Grand Villa y te acuestas con Anastasia, la rusa que conociste bailando en Mayan Warrior, y le recuerdas lo que le dijiste bailando Move en el set de Keinemusik: “tú y yo hicimos un pacto antes de venir para reencontrarnos en la mitad del desierto y recordarnos que somos seres espirituales viviendo una experiencia humana.”
Pfff, estás más conectado que Rick Rubin. Estás viviendo el sueño colectivo de Instagram.
Aún así, tus niveles de dopamina siguen por debajo de su nivel base por lo que hiciste en el rave y tu cuerpo te pide un hit con cualquier sustancia o experiencia que consumas o practiques en tu vida diaria. Pasan tres días y Anastasia no fue suficiente, ya no es ese ser espiritual con el que pactaste compartir la experiencia humana en otras vidas. Ahora solo piensas en enviarla de regreso a su casa en Miami.
Te quedan tres noches en tu Grand Villa, pero te vas antes porque eso te da adrenalina suficiente para volverte a sentir muy chingón, porque si algo te sobra es lana y te vale madres gastarla. Vuelas a Anastasia a MIA y te quedas de paso porque ya es jueves otra vez.
Te vas a LIV porque toca Steve Aoki, te paras en la mesa y desde lejos ves tu nombre en un letrero verde fosforescente. Llegan 15 botellas de Dom Perignon mientras se escucha Pursuit of Happiness y la gente se vuelve loca esperando el mejor momento de la noche: el cake smash.
Observas desde tu mesa a los mortales volviéndose locos por recibir un pastelazo de Aoki en la cara. Lo ves preparar, apuntar y disparar… ¡HUEVOS! Directo en la cara de Anastasia, que ahora está con otro ser espiritual compartiendo la experiencia humana.
Y en ese momento de euforia, con todo el antro cantando, te cae el veinte:
I’m on the pursuit of happiness and I know
Everything that shine ain’t always gonna be gold, hey
I’ll be fine once I get it, yeah, I’ll be good
Miras a tu alrededor, las luces, la música, la energía y la euforia del lugar y te preguntas: ¿por qué no puedo sentir lo mismo? Mientras el antro canta a todo pulmón, tú te hundes cada vez más en la idea de que, por mucho que brille todo a tu alrededor, el vacío en tu interior sigue creciendo.
Te observas, lo procesas y sientes que algo dentro de ti no está bien, te vas a dormir. La cama te recibe con un insomnio que marca la ruta a un ataque de ansiedad. Le prometes a Dios no volver a drogarte, perder el control y chupar hasta perder la razón. Lloras por la desesperación de sentir un vacío más grande que tu cuenta de banco.
Amaneces en el piso 17, moral y emocionalmente destruido, porque el juez interno te despojó del poco amor propio que quedaba. El Ferrari, la ropa, el reloj, la mansión, las fiestas, ya no son suficientes. Después de todo, el sueño de Instagram no es lo que creías y regresa la pregunta de hace unos días: ¿quién soy y a dónde voy?
No comprendes el significado y profundidad de lo que te acabas de preguntar porque estás en modo zombie. Te haces un café y te acercas a la ventana para ver el mar, pero ya no se siente como en Mandarina y, lentamente, comprendes que la paz interna que sentiste ahí no era tuya, te fue prestada por la selva y el mar. El silencio interior no es tuyo, es prestado.
Te quedas viendo por la ventana, piensas en tu camino al éxito financiero que te reconoció con la mirada externa. Te preguntas si el costo valió la pena; estás deshecho por dentro pero hecho por fuera.
De pronto, escuchas que algo rechina en la ventana y ves al limpia vidrios colgado desde las alturas, tallando su trapo, limpiando una mancha que no sale. Te acercas y observas su técnica —wax on, wax off—, la mancha no sale. Te echas saliva en el dedo, limpias el vidrio y te das cuenta de que la mancha es por dentro.
En ese momento recibes la señal del Gran Mecanismo, el Universo te habla, conectas los puntos que te abren una posibilidad extraordinaria y comprendes que la vida no se limpia por fuera, la vida se limpia por dentro.
Atraviesas la experiencia viviendo un silencio desgarrador y entiendes que con disciplina y compromiso construiste una vida exitosa por fuera, que se sostuvo en el poder de la mirada exterior, y ahora tocaste fondo. Es momento de voltear a la mirada interior.
Ahora asumes el compromiso de limpiar desde adentro porque es donde se viven las experiencias y los significados. Es todo o nada, y empiezas la aventura del camino de la mente al corazón. La gran aventura que te da acceso a transformar tu vida de adentro hacia afuera.
Inicias la ruta hacia tu paz interna, la verdadera, la que no te ganas por ir a la montaña. Tu cuerpo físico, mental y espiritual es tu casa, y si aprendes a habitarlo, la montaña vive en ti, independientemente de dónde estés y a dónde vayas. Tu casa eres tú.
Para cambiar y transformar tu experiencia de vida no lo puedes hacer desde el reconocimiento exterior o material. Haz un update cerebral y transfórmate desde adentro, porque solo así la vida te impulsa a tomar una dirección distinta sostenida en la esencia de tu ser.
Observa y analiza cómo vives. ¿Qué comes? ¿Haces ejercicio? ¿Cuántas horas duermes? ¿Cuánta agua tomas? ¿Qué tanto paras y descansas? ¿Cuánto tiempo pasas scrolleando idiotizado? En resumen, ¿cómo te estás nutriendo?
Empieza a limpiar la gota de aceite, sin miedo; ahí está el trabajo que te transforma y te lleva a la maestría de tu propio ser. El dinero es una de las herramientas más poderosas que puedes tener en la vida. Utilízalo para potenciar lo que ya habita en ti, límpiate, quítate el polvo y perfecciónate para ponerte al servicio de la humanidad. Te aseguro que te vas a sentir más pleno que cuando le dijiste a Anastasia que hicieron un pacto para recordar que son seres espirituales viviendo una experiencia humana.
Muchos años limpié por fuera, hasta que comprendí que estaba limpiando por el lado equivocado.
Si no sabes cómo empezar, responde este mail y cuéntame tu historia para compartirte mi perspectiva.
🪶🧙🏼♂️
John Mackey - The Spiritual Entrepreneur behind the Whole Food Empire
I see life as an adventure.
Gran historia de John Mackey el fundador de Whole Foods que desde joven tuvo la muerte muy presente y eso lo llevo a preguntarse cómo iba a medir su vida y seguir su camino propio viviendo la vida como una aventura.
La empresa se volvió su vehículo de evolución principal siempre explorando herramientas para ir hacia adentro y encontrar la respuesta a la mejor estrategia de crecimiento, a qué persona clave contratar o incluso definir a quién vender.
El Dr. Alfonso Ruíz Soto es el creador del Modelo Educativo de Semiología de la Vida Cotidiana.
Qué gran texto hermano 🪶
Como siempre desmembrando al sensei Ruiz. Convirtiendo en carne pura para la vida. Gracias Miguel por tu maravilloso aporte. Ometeotl