¿Estás listo para morir?
Crecí con la creencia
de que para medir mi vida como un éxito tendría que hacer más dinero que mi papá, tener mi colección de coches exóticos, propiedades en los lugares más fresas y una esposa trofeo que me hiciera la envidia de los demás.Afortunadamente, algunas experiencias llevaron una abundante cantidad de oxígeno a mi cerebro, y esa creencia vacía se esfumó.
Desde no hablar con mi padre un tiempo, ser DJ y entregarme a la energía de la música, explorar solo el viejo mundo, conocer monjes, geshes y billonarios que se convirtieron en mentores, haber sido infiel, leer 150 libros, y muchas otras aventuras que he compartido aquí sobre destruirme y reconstruirme. Pero no existe algo más poderoso que una pequeña dosis de muerte para sentirte más vivo que nunca.
La muerte es el gran espejo que pone todo en perspectiva, reflejando lo esencial e irremplazable en el corazón para tomar el camino del guerrero en dirección a los anhelos de tu alma.
La semana pasada escribí sobre “¿cómo mereces morir?” y me contestaron con otra pregunta: “¿estás listo para morir?”.
¿Será que estás listo para morir cuando te sientes completo y en paz por construir la muerte que quisieras?
Hay dos experiencias en las que he sentido la muerte cerca, pero fue la segunda la que me ayudó a despertar. Con la palabra “despertar” no me refiero a haberme iluminado y estar por encima de ti.
Despertar fue para mí vaciarme de mí mismo para liberarme y permitirme renaSER en mi verdadero ser.
La primera vez tenía 16 o 17 años. El trauma se apoderó de mí varios años por haber sido amarrado y aprisionado con mi exnovia, su mamá y su hermana durante cinco horas por tres malosos con sus revolvers.
Boca abajo contra el piso, amarrado de las manos y pies, y con un revólver en la cabeza, pensé: ¿van a violar a Ale o a su mamá? ¿O me van a matar para después violarlas? ¿O a quién van a matar primero?
Con cada movimiento involuntario de mi cuerpo por la incomodidad, sentía la presión del cañón cada vez más fuerte sobre la cabeza, dándome una advertencia.
Las horas pasaron lentamente mientras robaban todo lo que les cupo en mi camioneta. En un momento percibimos un silencio que marcó el final de esa eterna pesadilla.
Después de ese episodio, el tráfico, un alto, una calle oscura o el momento de salir de un antro eran pesadillas cotidianas de la matrix. Buscaba en cada persona al próximo culero que me quisiera privar de mi libertad mientras la ansiedad me recorría de pies a cabeza.
Aprendí a vivir así; me acostumbré a vivir atemorizado. Me volví cobarde y miedoso.
El gran problema de vivir con tanto miedo fue transferirlo a las demás áreas de mi vida, creando un sinfín de limitaciones a mi potencial. Me perdí de vivir en mí. Estuve ausente de mi propia vida.
Asumir un rol de liderazgo daba miedo. Iniciar un proyecto daba miedo. Salir con una chava daba miedo. Ser yo mismo, el miedo más grande de todos.
Esas limitaciones las sentí tan reales que las viví como un límite inquebrantable y para romperlo, debía encontrar una falla en la matrix.
El límite sí existe y lo sentiré cuando llegue al máximo desarrollo de mi ser en determinada área. La limitación fue una creación mental interna que puso en duda las posibilidades y capacidades de mi evolución.
Tuvieron que pasar 13 años para recordar que, si no despertaba, convocaría a cuatro sicarios con AK-47 en la carretera para obligarme a despertar.
La aventura de esa historia, desde el atraco, la persecución, la fuga, y el sabor de la libertad, te la compartí hace tiempo porque aprendí que tenemos el poder de resignificarlo todo. Pero en el momento clímax, mientras pensé en mis papás, mis hermanos, mis sobrinos y Karla, apareció frente a mí el título de un libro que me regaló un gran hermano cuando lo conocí: “How will you measure your life?”.
Esa noche, el poco tiempo que dormí, soñé con esa pregunta y se volvió mi acompañante para tomar decisiones.
Me insisto en tener presente el poder de las preguntas porque gracias a ello, hoy entiendo de qué se trata la vida para mí. Y lo resumo en esta frase de Clayton M. Christensen, el autor del libro:
“Don’t worry about the level of individual prominence you have achieved, worry about the people you have helped become better people, so that in the end your life will be judged like a success.”
Mis últimos años se han tratado de indagar en mi para darte lo mejor de mi ser y crear un puente que te conecte con lo mejor de tú ser.
Entonces, “¿estás listo para morir?”
No, no estoy listo para morir porque el llamado interno que va a desdoblar lo mejor de mi ser para mi hijo apenas comienza. El mundo está puesto y la vida dada para vaciarme de mí y entregarme a mi ser, sabiendo que en mi camino del héroe deberé pagar el precio, sin saber el costo, pero confiando en que valdrá la pena.
Y tú, ¿ya estas listo para morir o aún tienes vida por descubrir?
🪶🧙🏼♂️
El Poder de mi Historia
Especial agradecimiento a
y Búho por los ejercicios y reflexiones del taller “El Poder de mi Historia” que se han convertido en Momentos de Tranquilidad.
Vivir es increíble Luisin!
Miguel muy buena reflexión 🤔 yo quiero morir y enterrar los viejos patrones para renacer y convertirme en una mejor versión de mi ser 🙏🏼