El Poder de las Preguntas
¿Cuál es tu pregunta primaria?
En diciembre del 2022, fui presa del marketing de Date With Destiny de Tony Robbins.
Una cita con mi destino en la que visualicé una experiencia de acceso profundo al código de mi software mental para desprogramarme y reprogramarme, abriendo camino a la revelación del propósito y del llamado interno. Una experiencia orgásmica.
Son 6 días de preguntas, aprendizaje y expansión continua para observar, descubrir y comprender cómo estás programado, cómo desprogramarte de tus miedos, condicionamientos y reacciones, y cómo reprogramarte abriendo las puertas a una percepción más amplia y en armonía con tu esencia.
A los dos años empiezan las preguntas para sobrevivir y entender cómo funciona el mundo, y con las respuestas recibidas creamos nuestra cosmovisión del mundo. Sin darse cuenta, las personas que nos responden son las que, con sus respuestas, programan nuestra mente basándose en sus pensamientos, creencias y condicionamientos.
A esa edad, nuestro cerebro es una grabadora virgen que registra como propios los sueños, miedos, pensamientos, creencias y condicionamientos de alguien más.
¿Cómo puede un niño imaginarse y contarse historias limitantes a los 4 años? A través de las historias contadas por los que son mayores que él.
Crecemos con un software programado por nuestros papás, abuelos, hermanos, amigos, escuela, sociedad, etc. Y todos con sueños, miedos, creencias, pensamientos y condicionamientos distintos.
Somos la herencia de un cóctel de historias limitantes, barreras aparentemente inquebrantables y miedos destructivos que definen nuestro principio de realidad.
No vamos en contra de nuestros padres o ancestros, vamos a favor de ser nosotros mismos y eso implica vaciarnos de todo lo que sobra y lo que no somos.
Tony dice: “la calidad de tu vida está determinada por la calidad de las preguntas que te haces todos los días”.
Hacerte las preguntas correctas eleva tu experiencia de vida.
Diario nos hacemos miles de preguntas que nos conducen a un diálogo interno que crea hábitos constructivos o destructivos. Es tan automático que no recuerdas la primera pregunta que te hiciste hoy al despertar.
Si quieres leer cinco libros en un año y te preguntas “¿Por qué nunca puedo terminar un libro?”, tu mente (software) te va a dar una serie de razones del por qué no puedes: no tienes tiempo para leer, una serie en Netflix es más placentero, te quedas dormido, etc. Puras respuestas en contra de ti que deterioran tu autoconcepto.
En cambio, si te preguntas “¿Cómo puedo leer 5 libros en un año y sumergirme en el placer de la lectura?”, tu mente (software) te dará ideas para lograrlo y disfrutarlo en el proceso.
Las preguntas tienen la fuerza que cambia la dirección de nuestra vida y definen por anticipado nuestras respuestas, porque crean las condiciones propicias para reprogramar nuestro software mental o le meten un virus que lo hace cada vez más lento e incompatible con la realidad.
“The primary question you ask in your business, your relationship, and your health will determine your outcomes far greater than any goal.”
– Tony Robbins
Y la pregunta clave que tiene el poder de cambiar tu historia es la pregunta primaria.
Todos tenemos una pregunta primaria que aplicamos a cualquier situación de la vida cotidiana. Es un mecanismo de respuesta condicionada que opera por detrás y en automático, y la respuesta a esta pregunta es la que dicta tu experiencia de vida, te des o no te des cuenta.
Hay personas con diálogos internos autodestructivos o que son víctimas de su propia vida que, ante cualquier situación, su reacción es: “¿por qué siempre a mí? ¿por qué nada me sale como quiero? No soy suficiente, etc.”
Si la pregunta que surge en cada momento es negativa, la respuesta será negativa y no se crean las condiciones propicias para la actualización y evolución de ese software.
En Date With Destiny, descubrí que mi pregunta primaria era “¿cómo puedo mejorar esto?”. La pregunta es constructiva, tiene dirección y propósito, pero cuando algo se puede mejorar, implica que tiene un error y algo está mal.
Eso significa que estamos buscando el punto negro para mejorarlo y desaparecerlo. Es poner la realidad ante un juicio constante por querer más y mejor.
Si no te das cuenta, tu liderazgo en la empresa se balancea en una delgada línea entre multiplicador de personas o un reductor de energía. En las relaciones personales, dejas de escuchar y terminas con múltiples problemas personales que crean puentes de separación por marcarles todos los puntos en los que pueden mejorar sus condiciones y su vida.
Y lo más duro es que tu evolución se vuelve un destino que siempre se aleja y que nunca te satisface, porque el juez interno únicamente ve tus puntos negros.
Caes en la cultura del esfuerzo y la putiza de tener que mejorar, y te olvidas del entusiasmo que se deriva del enorme sentido que tiene para ti y para el mundo ser una mejor persona.
¿Realmente evolucionas si pierdes la capacidad de sonreír, disfrutar y gozar? Si cada experiencia está gobernada inconscientemente por un “¿cómo podría mejorar esto?”, te ausentas de ti, perdiéndote de habitar en tu presente.
En la revelación sobre la parte oscura de mi pregunta, comprendí el origen de muchos problemas que transformé en problemáticas, observé las expectativas sobre lo que esperaba de cada persona en la empresa y de mis relaciones más cercanas, y siento todavía la inmensa carga de mi prisa interna.
Cambié la pregunta por una que me hiciera el responsable único con accountability total de mi experiencia en la matrix, independientemente de lo que sucediera en mi principio de realidad: “¿cómo puedo crecer y servir a través de esto?”
La paternidad se convirtió en mi propio ashram, donde cada desvelo, cada momento de desesperación de ir aprendiendo a prueba y error, cada situación agotado física y mentalmente, o cualquier punto de fricción me muestran dónde está el perímetro de mi conciencia y lo que tengo que hacer para expandirlo.
La empresa se transformó en un cuarto de espejos como extensión del ashram, y mis relaciones ahora son espacios para servir, conectar, compartir y crecer juntos sin llevar la cuenta.
Descubrí que tengo el poder de transformarme cuando quiera y resignificar todo en positivo, porque cuando vives tu llamado, el universo te habla todo el tiempo marcando el camino; solo debes estar atento y abrir las puertas de la percepción para comprender el mensaje en el momento que es dado.
Programarme con esa pregunta me da una fuerza espiritual con la percepción de que, si todo sucede para mi crecimiento y servicio, desdoblo lo mejor de mi en cada momento y solo mejora con el pasar del tiempo.
La pregunta primaria es dueña de un poder inmensurable para compartir lo mejor de ti o sacar lo peor de ti. Obsérvate, descúbrela y transfórmala.
En cada situación que te genera un punto de fricción, ¿cuál es la pregunta que te haces? ¿Vives las limitaciones de tu software interno y eres la víctima de tus circunstancias? ¿O eres el programador de tu software interno y desde ahí recreas tu realidad?
Descubre tu pregunta primaria y cámbiala por una que nutra tu llamado interno y comparta lo mejor de ti para el mundo.
🪶🧙🏼♂️
El poder de las historias
Estoy en un taller de Storytelling para afinar la pluma y potenciar el valor de las historias que comparto.
Tengo una tarea pendiente, me ayudarías mucho si respondes este mail o dejas un comentario y me cuentas qué impacto y valor ha tenido Momentos de Tranquilidad en tu vida.
Your Beliefs Create Your Reality - Dr. Bruce Lipton
Si crees que una pregunta no tiene el poder de programar tu mente y tu percepción de la realidad, ve más profundo y escucha esta plática del Dr. Bruce Lipton con Tony Robbins.
La función de la mente es crear coherencia entre tus creencias y tu principio de realidad.
Todos somos arquitectos de nuestra experiencia y tu forma de percibir tu principio de realidad tiene más poder que la percepción objetiva de la realidad, por lo tanto, tus creencias tienen más poder que la realidad, entonces, tus creencias crean tu principio de realidad.
El principio de realidad es tu forma de experimentar la realidad que es diferente a mi forma de experimentarla. No hay una realidad igual para ninguna persona, todos tenemos nuestro propio principio de realidad.
Hace un par de años me preguntaba.
¿Qué me hace falta para tener una vida feliz. (pareja, familia)
Hoy me pregunto cada mañana,
¿Qué nueva experiencia de vida, me llenará de felicidad?
El poder lo tengo en cada pensamiento y solo depende de mí hacerlo real...
Respuesta: Me ha hecho salir de la caja, y observarme todos los días!. Tengo grabada en mi mente la historia del Águila! Abrazo Miguel y gracias 🙏🏼