Caminando al corazón
En febrero me atreví y convoqué a hermanos de camino al primer retiro del Camino de la Mente al Corazón.
Mi intención fue crear junto a Iran, Don José, Pepe Ramos, Búho y Dani Ruiz las condiciones propicias para la transformación del ser mediante trabajo del espíritu que, sumado al compromiso por querer más y querer mejor, cada hermana y hermano evolucione a su siguiente nivel.
En un momento en el que la humanidad comprende y valora lo determinante que es la calidad de nuestras relaciones para definir la calidad de nuestra vida, ¿qué es mejor que compartir nuestras mejores experiencias y conocimientos, y desdoblar lo mejor de nuestro ser con las personas que amamos?
En esa selva, hubo una convergencia de doce humanos que eran desconocidos dos años atrás. Nos juntamos para recordar y ejecutar el plan trazado en los eones del tiempo.
Esos días, son la historia de guerreras y guerreros que se atrevieron a sentarse frente al gran espejo de su alma.
En el silencio de la selva, escucharon la voz de su alma. En la soledad compartida, encontraron la conexión más profunda.
Descubrieron el eterno poder de la sobriedad, se reconciliaron con significados no procesados y encontraron la paz interna, y conectaron con el amor propio como camino a la liberación de uno mismo.
Cuanto más me amo, más te amo. Cuanto más me respeto, más te respeto. Cuanto más me cuido, más te cuido.
Recuerdo el momento en que después de liberarse en el vuelo del Águila, mi gran hermano
me dijo: “¡Mike, hermano, esto es un movimiento cabrón!”.Sus palabras sembraron una semilla al centro de mi espíritu. Durante meses sentí su vibración, pero el miedo y la duda me paralizaron sin saber qué hacer para dejarla florecer.
La duda me habló por las noches. Quitaba mi fuerza. Limitaba mi visión.
“Te lo dijo para quedar bien contigo porque son hermanos y por la expansión del momento, no hay ningún movimiento. Fue algo ocasional y no se va a repetir”.
Al poco tiempo leí a Osho y comprendí que la duda es confianza en camino. En su esencia son lo mismo, solo están en una vibración de diferente grado. El frío transmuta en calor, el miedo en valentía y la duda en confianza.
Transformé los comentarios del juez interno en preguntas que me dieran dirección: “¿Desde qué parte de ti nace? ¿Cuál es tu intención? ¿Para qué abrir este camino a otros? ¿Por qué tú si tienes dos hermanos que lo hacen con el corazón en mano?”.
Pasaron los días, la intensidad del llamado interior se fue magnificando, trayendo consigo claridad para saber desde dónde hacerlo, cómo hacerlo y con qué intención hacerlo.
De pronto entendí que, cuando el camino a recordar y recorrer es el camino propio, no hay un mapa ni un sendero marcado y señalizado por los que llegaron antes que nosotros, porque cuando se trata del camino propio, nadie lo ha caminado antes y nadie lo puede caminar por nosotros.
En el camino propio únicamente hay un corazón que busca liberarse.
Nos abrimos el camino con el machete, paso a paso, por la maleza y el torbellino de la vida, desatando nudos de significación, enfrentando puntos de fricción y superando las limitaciones que imponemos con etiquetas sobre nuestro ser.
En el camino propio, el maestro no es un mentor, un ser elevado, un guía espiritual o un chamán; para el corazón solo hay un maestro, y el maestro —que nos llevará a la liberación del alma— es uno mismo.
Por eso, ser intencionales en las decisiones de nuestro camino da dirección, sentido y propósito a nuestra vida. La intencionalidad nos lleva a la maestría del ser.
Pasaron los meses, la confusión y la duda seguían fortaleciéndose; aun así, en la consistencia, descubrí la perseverancia del entusiasmo.
Muchas madrugadas, dándole su mamila a mi bebé, pensaba en la semilla que me regaló Javier y me preguntaba: “¿Me atreveré a confiar? ¿Me atreveré a vivir el sueño no soñado? ¿Será el vuelo de mi liberación?”.
Un día, en el entusiasmo, floreció la semilla; sentí el llamado, sentí a mis hermanos y los convoqué al Camino de la Mente al Corazón.
El llamado se transformó en 14 hombres de los 29 a los 64 años. De una variedad de religiones y creencias. De países diferentes. De trayectorias complementarias. Como en La Comunidad del Anillo, entre hobbits, elfos, enanos, magos y hombres; la Comunidad del Camino al Corazón estaba completa.
Cada uno nos regaló su magia. Desde la valentía de un gladiador que nos inspira confrontándose a si mismo, las risas que nos recuerdan lo hermoso que es sentir y no tomarnos la vida tan en serio, el temazcal para atrevernos a ser uno mismo, el hielo que nos ancla al supremo poder de la presencia, la maestría de ver hasta el alma de tu hermano de camino y decirle “yo también tengo miedo”, el poderoso círculo de palabra que, cuando es bien utilizada, es como una flecha, y el llamado que desdobla lo mejor de nuestro ser para el corazón de nuestros hermanos.
El 21 de noviembre iniciamos esta aventura y propósito compartido en el que el camino es de la mente al corazón, porque el corazón es la puerta a tu universo interior y solo ahí te encuentras frente a frente con tu libertad.
Es ahí donde el alma se limpia, donde el alma se libera, donde el alma se expande y se fusiona con el universo.
Entre las montañas y su tierra que nos sostienen, el agua que purifica nuestra intención, el viento que compartimos y el fuego que ilumina la oscuridad, acompañé a mi padre y mis hermanos a caminar al amor y renacer en un nuevo corazón.
14 hombres transmutando del miedo a la valentía, de la duda a la certeza, de la indiferencia a la empatía, del juicio a la compasión, del rechazo a la aceptación, del desprecio al agradecimiento y de la ilusión a la verdad.
Así nació una hermandad de hombres se atrevieron a hablar de amor, de miedo y de libertad. Que se atrevieron a sentir, a amar, a llorar y a atravesar la guerra del espíritu caminando a su universo interno para atreverse a liberarse y romper el cascarón.
Atrévete a emprender el viaje hacia dentro, solo ahí están las respuestas que te guiarán a descubrir tu libertad.
🪶🧙🏼♂️
Gracias a Huitzi por su maestria y al Colibrí azul por compartirnos lo no escuchado de su historia.
Y un profundo agradecimiento por su valentía y trabajo al Zorro de las estepas siberianas, a la Tortuga de los Galápagos, al Águila calva de Norteamérica, al Cuervo de los misterios afilados, al Delfín de los océanos, al Oso Koala, a la Ballena azul, al ser Humano, al Lobo de las estepas árticas, al Colibrí verde de los bosques tropicales, al Comandante Ruiseñor, al Gran Búho y al Gran Curandero Guacamayo.
Something to think about…
Una persona que no se acepta a si misma, no puede ser libre.
- Huitzi
Que bendición poder haber estado ahí. Estoy acá y trabajando duro conmigo. Se que el camino nos reunirá pronto, y si no, no pasa nada, dejaré las expectativas y seguiré estudiándome y observándome. Como dice un tal “osho”
Mi querido hermano, gracias por compartir e inspirarnos cada semana a continuar en este camino de la mente al corazón !! Q increíble foto en tan increíble lugar y santuario q es Yolitia !! Lugar q ha sido testigo y seguirá siendo de mi camino de la mente al corazón !! Abrazo fuerte !! 🦅 fly with 🦅