📚 Los últimos 6 minutos de tranquilidad del 2023
❤️🔥 Amor Propio
Es lunes, 25 de diciembre, y son las 9.32 a. m. Estoy en algún lugar de Colorado, en la terraza, sentado cubierto en cobijas porque estamos a -16 °C, veo árboles vestidos de blanco y escucho el canto de algunos pájaros. Respiro profundamente aire frío y mis pulmones lo agradecen, lo retengo y exhalo. Escucho "Bella Notte" del maestro Ludovico para entrar en la frecuencia de la tranquilidad para poder expresarme desde la esencia por última vez este año.
Con atención plena en el silencio de la montaña en esta mañana navideña, entro en sintonía con el bosque y, conectado con The Muse, escucho los mensajes y los comparto con ustedes.
Para empezar, hay una frase del gran Raúl Romero Havoux que quiero compartir y adecuar porque me identifico mucho con ella. Además, es uno de los hombres más interesantes que conozco:
Todo lo que escribo y les comparto es lo que he aprendido, pero no necesariamente lo que sé hacer.
Hace unas semanas caminé por CDMX con mi querido hermano, Humberto Herrera. Al caminar, conectamos con una energía que nos mantuvo abiertos y fue el canal para una plática vulnerable y profunda que se sostuvo en el simple acto de caminar con consciencia, escuchar con presencia y hablar desde el corazón y no desde la mente. Hablamos profundamente del amor propio.
Toda gran historia primero es un sueño que vemos como una posibilidad que podemos hacer realidad. En el momento en que podemos visualizar el sueño es porque ya existe en el otro plano y en la otra dimensión. Nuestro trabajo durante el camino es evolucionar e integrarnos para que la manifestación del sueño en esta dimensión material sea una expresión llena de esencia y se materialice en su forma más auténtica.
La vida se trata de integrar y trascender para subir al siguiente nivel. Lo que me llevó del punto A al B, no me lleva de B a C. Integro el aprendizaje de crear una balsa para cruzar el río y salvar mi vida, suelto la balsa al cruzarlo porque cargarla en la densidad de la selva no me mantendrá vivo.
El creer que nuestro sueño, proyecto o meta es posible nace de nuestra confianza en nosotros mismos, pero el nivel de fortaleza y el poder de esa confianza será directamente proporcional al nivel de nuestra autoestima. Esa autoestima nace de la raíz y el principio de todo, el amor propio.
Como me compartió Humberto en aquella caminata, "el autoestima es la cantidad de posibilidades que le ves a un reto o problema". Ufff, profundo. ¿No?
En la vida tendremos miles de momentos en los que va a parecer que el universo conspira en nuestra contra, habrá puntos de quiebre, momentos donde Dios, el universo o en lo que tú creas te está poniendo a prueba para ver qué tanto quieres ese sueño y si tu compromiso está a la altura de tu sueño. Si tú sigues en el camino y te mantienes como el búfalo ante la tormenta, llegará un momento en que el universo te abre las puertas al siguiente nivel porque vio que ya sacrificaste, diste e hiciste lo suficiente.
Mi querido amigo, Arturo Lomelí, tiene una frase muy sabia, "eres del tamaño de tus sueños, pero te conviertes en lo que haces". Tus sueños podrán ser gigantes, pero se reducen al tamaño de tu acción. ¿Tienes la suficiente confianza y amor propio para perseguir el sueño cuando nadie más que tú cree en ello, cuando eres el loco y no el visionario, cuando eres el intenso y no el entusiasta que lo hace posible? En esos momentos eres tú contigo con tu confianza y amor por ti mismo.
El amor propio es la semilla de la que nace la evolución y transformación en nuestro interior. Es el creador de las raíces de nuestra grandeza. Nos da una fuerza espiritual disfrazada de confianza para ir detrás del miedo que nos domina; para vivir la vida desde la acción de la arena y dejar la comodidad de la tribuna; para atrevernos a tomar un camino de coherencia alineado a nuestros valores y lo que es importante para nosotros; para quitarnos la máscara y el disfraz, pulirnos, afilarnos y quitarnos todo lo que no nos pertenece más y nos aleja de nuestra esencia; y lo más importante, esta fuerza espiritual nos impulsa a dejar nuestro llamado fluir para vivirlo y compartirlo con el mundo.
Como le dijo una abuela ancestral a Humberto en una aventura al interior, "el amor propio es el estado de paz que vive en ti".
El amor propio no lo va a dar una mansión, un Ferrari, un Patek Philippe, una foto en bikini en Instagram con miles de likes y 🔥, una cuenta bancaria con muchos millones, la empresota o la fama.
El amor propio es porque eres tú en cada pensamiento, cada agradecimiento, cada palabra, cada decisión, cada acción y cada límite que pones.
El amor propio es un reflejo de lo integrados que estamos con nuestra autenticidad, coherencia y disciplina que va marcando nuestra vida. Si entregamos nuestro poder al dinero, la fama, la fiesta, las drogas, el alcohol o cualquier cosa que pueda dominarnos, estaremos viviendo en un eterno y gigantesco vacío que solo se hace más y más grande porque dependemos de la validación y reconocimiento del exterior.
¿Dónde está el amor propio?
En la conversación más importante que tenemos todos los días que es con nuestro roommate interior (la voz interior).
En los límites que ponemos para honrar nuestra energía y vivir en armonía con nuestros valores y prioridades. Ya sea a familia, amigos, empresa, clientes, proveedores, etc.
En nuestra relación con la abundancia espiritual y material.
En nuestra capacidad de dejar de ser la víctima para resignificar las tormentas del camino, la empatía y la compasión.
En nuestros pensamientos y juicios que hacemos sobre nosotros mismos y sobre los demás.
En las relaciones con las que nos afilamos e impulsamos a cambiar de piel y renacer.
En la cantidad y calidad de la comida que comemos; del ejercicio que hacemos y el descanso que nos restaura.
En los libros que leemos, los podcasts que escuchamos y lo que vemos en las redes sociales.
En el sentarnos a no hacer nada más que estar con nosotros mismos.
En la calidad de las ideas, consejos, experiencias y temas que llevamos a la conversación con nuestra familia y amigos.
En la intención verdadera detrás de nuestro caminar y en la coherencia entre nuestros pensamientos, decisiones y acciones que marcan nuestro camino.
Y sobre todo en agradecer. En el momento que agradeces todo lo que eres y tienes, y dejas de pensar en lo que no, tu frecuencia cambia porque vibras desde un lugar de certeza absoluta donde ya es y ya eres.
Naval Ravikant dice, "para medir la calidad de tu vida, simplemente no hagas nada y ve cómo se siente". Si estamos siempre en el exterior y en el hacer, ¿cómo vamos a entrar al interior para escucharnos y empezar a ser?
Como escuché a Paola Ambrosi contestarle a
, "si pudieras dejarle una sola lección a tu hijo, ¿cuál sería? - Ámate, ámate siempre".Deseo haberte inspirado durante estos 8 meses a trabajarte donde duele para que empieces a amarte y darte la bienvenida a ti mismo.
🙌🏼 Gracias por acompañarme
Te deseo que el año infinito 2+0+2+4 = 8 te dé el valor para atravesar el miedo y elegir el camino hacia un renacer en amor propio y autenticidad. Que tengas la habilidad de cambiar de perspectiva para resignificar e integrar todo en amor y en positivo. Que te atrevas a ir a la profundidad de tu interior para desarrollar y expandir tu nivel de consciencia, para caminar en coherencia con tu esencia, descubrirte y encontrar tu propósito para vivir tu llamado y compartirlo con el mundo.
En unos meses comienza la iniciación más importante de mi vida: la paternidad. 'Momentos de Tranquilidad' ha sido y seguirá siendo un gran viaje de descubrimiento multidimensional.
Nunca he estado tan emocionado por un nuevo año. Gracias a todos y, en especial, a Karla, mi Sangha, mis maestros y mentores.
En estos días subiré un post con mis libros, podcasts y hacks favoritos del 2023.
Qué gran artículo que cae como un gran mensaje y recordatorio de algo que ya sabemos, pero nos cuesta recordar. Saludos Miguel.
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