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🪶 100 días de paternidad
Ayer se cumplieron los primeros 100 días de mi Gran Iniciación en la paternidad.
En 100 días no he aprendido ni el 0.1% de lo que voy a recibir, pero he aprendido poco a poco a agradecer más a mis padres, a ser un mejor hijo y a transitar el camino del guerrero: el de la fuerza y el amor.
La fuerza que por dentro te mantiene de pie cuando hay una vida que depende totalmente de ti y el amor infinito, incondicional y libre que la alimenta.
Así como es imposible sentir el amor por un hijo si no lo tienes, también es imposible dimensionar la profundidad de los grados de cambio que tu vida tiene cuando nace y te conviertes en familia.
El nacimiento de tu familia es el cambio (de putazo) más radical que vamos a navegar. Lo puedes resignificar en tu Gran Iniciación (si quieres), pero el premio de esta iniciación tiene un costo muy alto que muchos no están dispuestos a pagar por adelantado. Vas a sembrar semillas que irás regando cada día con tu ejemplo y que verás florecer 18 años después cuando tu hijo adolescente salga a compartir su llamado y su regalo con el mundo o a hacer de este mundo un peor lugar para vivir.
No es coincidencia que los hijos registran patrones en el inconsciente de las acciones que ven en el ejemplo de sus padres. Un bebé o un niño pequeño es un alma y espíritu en total pureza, no distingue entre el bien o mal. No existen conceptos. No existen juicios. Lo único que existe es amor en libertad y unidad.
Por eso, esta iniciación en el camino del guerrero también es la invitación del universo a caminar todos los días lo que comunicas y lo que vas diciendo por la vida, es tu walk the talk.
La maternidad/paternidad es también la práctica del camino de la coherencia. Si no podemos dar algo que no tenemos, no podemos enseñar algo que no practicamos.
No podré pedirle a mi hijo que leamos un cuento si no me ve leer un libro. No podré pedirle que practique un deporte con entusiasmo si no me ve a mí disfrutando mi ejercicio. No podré pedirle que sea cariñoso con su mamá si no me ve serlo con ella.
Una de las claves está en absorber lo mejor de nuestros padres, integrarlo a nuestro ser y compartir lo mejor de nosotros y de nuestro linaje a nuestros hijos. Y estar siempre atentos a no transferir nuestra mierda o la heredada porque así la siguiente generación progresa muy por encima del promedio. Se escucha fácil y romántico, pero requiere muchísima fuerza y amor.
En el camino del guerrero, en la fuerza está la disciplina, el compromiso y la constancia. En el amor está el propósito, la unidad y la verdad. Cuando la fuerza no da para un paso más, el amor la rescata y te mantiene en el camino y viceversa, pero cuando vives en coherencia la fuerza y el amor se fusionan para traer lo mejor de ti al mundo a través de tu propósito o tu llamado.
Esto no significa que el guerrero no se equivoca, no tiene dolor o momentos que ponen todo en duda; significa que independientemente de lo que pase afuera, por dentro siempre sigue de pie.
No importa qué tan metido estés en el desarrollo personal, ya sea Tony Robbins, Joe Dispenza, meditar, terapia, coaching, un mastermind, ceremonias, una dieta amazónica o lo que sea, NADA se compara con la semilla de transformación que te regala tu hijo en el primer contacto visual.
En esa mirada te preguntas, ¿cómo le hice para vivir 32 años sin ti? Y tu existencia en este Gran Misterio cambia para siempre.
En la vida no existe un camino de mayor aprendizaje y entrega que ser padre, pero aprender y entender no es sinónimo de cambiar. El cambio de esta gran iniciación se da cuando el amor y la fuerza del guerrero nos impulsan a tomar acción para evolucionar a una mejor versión de nosotros mismos, primero por nosotros y después por ellos.
Todos vamos a tener experiencias distintas, pero al vivir la paternidad atentos, abiertos y en presencia plena, vamos a encontrar semillas todos los días que nos van a ir mostrando el camino a nuestra evolución y, más importante, de nuestra relación en pareja. No olvidemos que el matrimonio es la arena principal, es el espejo de los espejos.
La sombra visitará para revivir los apegos, traumas y las partes más inmaduras del otro, y ahí es donde en lugar de juzgar, observamos y elegimos ser un puente a una conexión sostenida en la empatía y la comprensión para profundizar la intimidad de la relación.
Especialmente en las madrugadas seremos observadores de varias escenas caóticas de nuestra necesidad de certeza y control o nuestra poca flexibilidad y adaptación por seguir atrapados en el pasado deseando lo que ya no es y nunca más será, en lugar de comprender que cada día que pasa es un día menos con tu hijo como recién nacido o bebé, y con el tiempo recordaremos estos momentos como los Good Old Days, más vale absorberlos mientras pasan porque cada momento que se vive es un momento que se muere.
Estamos viviendo la mejor época en la historia para ser padres. Antes no existía el permiso de paternidad, no había home office, no nos despertábamos en la madrugada a cambiar pañales, no tomábamos una llamada mientras nuestro bebé dormía en la carriola y salíamos a caminar, ni siquiera se tenía una conversación sobre la paternidad presente.
Hagámoslo diferente. Rompámonos para reconstruirnos. Conozcámonos a nosotros mismos y podremos darle lo mejor de nosotros a esos niños que durante muchos años nos van a ver como sus héroes.
Asume con cada célula de tu ser la paternidad porque si logras que tus hijos sigan su llamado y vivan la aventura de su vida, se convertirán en las personas más admiradas y respetadas por ti.
No importa la edad de tus hijos o tus nietos porque nunca es tarde para inspirarlos con tu ejemplo.
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Gracias por leer abierto y receptivo para recibir una semilla de transformación. Cada escrito tiene horas de reflexión y contemplación. ¡Ayúdame compartiéndolo con tu tribu y cambia la calidad de tu conversación!
🎧 No hay privilegio sin responsabilidad - Diego Dreyfus
Hay mucha gente que simplemente no puede escuchar hablar a alguien que no le cae y deciden “cancelarlo”, y me parece absurdo.
Es un error porque te pierdes de escuchar una perspectiva diferente a la tuya que te de la oportunidad de hacer que tu perspectiva sea una más integrada y completa.
Si no puedes escuchar algo diferente a tu verdad es porque no estas dispuesto a renunciar a antiguas creencias y actualizarlas.
Solo he cruzado unas palabras con Diego Dreyfus, pero cuando escucho sus filosofadas en su membresía de A Morir, me da una perspectiva cabrona y diferente que me ha hecho cuestionarme creencias muy arraigadas para irme profundo, actualizarme y cambiar de opinión a lo que resuena en mi interior.
Esos $200 pesitos mensuales han sido una poderosísima inversión de profundo trabajo y reconfiguración personal. Pueden ser la diferencia entre quedarte donde estas o moverte a un mejor lugar.
(Solo comparto lo que he probado durante mucho tiempo y me ayuda a evolucionar).
💭 Something to think about…
Siempre llega un momento en que uno debe elegir entre la contemplación y la acción. Esto se llama convertirse en un hombre. Aquellos que carecen del coraje siempre encontrarán una filosofía para justificarlo. La vida es la suma de tus elecciones.
- Albert Camus
Te amamos! Gracias por todas tus enseñanzas y guía siempre!
Definitivamente la mejor época de la historia para ser papá. Definitivamente el camino de congruencia. Felicidades Mike por esos 100 días (y más) que han marcado tu corazón como nunca lo imaginaste (nadie lo puede imaginar). Y, si, definitivamente es el viaje más transformador